Desde que dejó su Caracas natal cuando tenía 22 años, Celia Calcaño ha vivido en distintos países: Francia, Ecuador, Haití, España… En todos ellos ha tenido que reconstruir su hogar, aprender el habla, entender cómo se bate el cobre. Y en esas idas y venidas entre América y Europa, siempre la han acompañado sus lecturas — Simone de Beauvoir, Marguerite Duras, Françoise Sagan, etc. —, las cuales le han ayudado a no sentirse sola en cada nueva mudanza. En este poema, Celia nos cuenta en verso cómo se ha enfrentado a esos múltiples cambios de país, al proceso de tener que reconstruir una y otra vez sus certezas y cómo los recuerdos han sido su espacio predilecto para deambular.
Mudanzas
Por: Celia Calcaño
Cambio de país visto de extranjera En el silencio de los espacios vacíos de mis afectos escudriño señales que me anuncien una nueva vida prometida en el sueño de cada viaje. Busco Desde mi ventana, en íntima plegaria miro y remiro el cielo. Quiero reconocer un Designio Sagrado que indique mi lugar. Busco Evoco los amigos faros que orientan señalan rumbos me dan confianza. Busco Reconstruyo mi espacio. Rodeada de certezas inútiles: mis muebles mis cuadros mis libros. Deambulo por el laberinto de mis recuerdos. Una soledad expectante me cubre.